MATRIMONIO, DIVORCIO Y HERENCIA

     En el matrimonio siempre se ha visto a la mujer musulmana como la mujer subordinada a la palabra del esposo, imagen totalmente errada y desenfocada. Es cierto que la mujer debe guardar un profundo respeto por su esposo, pero este no debe confundirse con temor hacia él, la mujer goza de total libertad de opinión y expresión pero debe de ser muy cuidadosa en su actuar para no deshonrar a su familia. En algunos pueblos si se descubre que la mujer le es infiel a su esposo, la ley dicta que debe morir apedreada por la comunidad y así por lo generar, cada pueblo varia su manera de castigar la infidelidad de la mujer. Estas costumbres en general varían dependiendo de la localidad, hay costumbres que unos pueblos conservan pero que para otros resultan totalmente inadmisibles. 

     Cuando una pareja musulmana decide separarse debe ser por razones justificadas como infidelidad, maltrato, entre otros. Al momento de darse la separación si hay niños de por medio estos permanecerán al lado de la madre hasta que cumplan los 8 años de edad y para asegurar el porvenir de la mujer al momento de realizarse el matrimonio se establece un monto económico llamado el “adote” el cual la familia del hombre debe entregárselo a la mujer en caso de que esta quede viuda o se separen

     Con respecto a la herencia, cuando fallece el padre todo debe quedar en manos de la madre, y bajo ninguna circunstancia ella puede heredar en vida a los hijos, los cuales recibirán la totalidad de la herencia en el momento que hayan fallecido ambos padres.